Aprender jugando.

 Esta forma de estudiar, aunque atípica, es muy efectiva. El hecho de competir con amigos y compañeros hace la experiencia mucho más amena que la forma habitual de memorizar cosas. Además, como todo el mundo quería sacar la mayor puntuación posible, los datos y términos se gravan antes en la memoria para ser "el/la mejor". Me ha gustado mucho la experiencia y trataré de estudiar más veces así porque es más sencillo y rápido.

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