Mi aventura en bicicleta puede resumirse en dos palabras: estimulante y relajada. La razón de esto es que, aunque la haya hecho solo por imposibilidad horaria para ir con mis compañeros, fue una experiencia muy relajada que, al haber sido realizada a primera hora de la mañana del martes 20 (alrededor de las 6:30), me brindó la capacidad de disfrutar de la calma vespertina muy intensamente.
La ruta que he hecho es bastante simple, consistiendo esta en recorrer el Paseo del Rato de principio a fin (desde el sagrado corazón hasta el Puente Romano) y regresar a mi casa circulando por toda la Ronda de la Muralla hasta llegar a mi casa. Este recorrido, aunque parezca bastante largo, se me hizo muy ameno y no supuso un esfuerzo desorbitado para finalizarlo, además de no ocuparme demasiado tiempo en el día.
Ha sido una experiencia que no recordaba tan estimulante, ya que hacía bastante tiempo que no montaba en bicicleta, así que este fin de semana he quedado con unos amigos de la infancia para, además de juntarnos porque hace bastante que no los veo, ir a hacer una ruta a Castroverde en bicicleta y pasar el día allí. ¡No puedo esperar para disfrutar la experiencia!
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